Lía, los hermosos tulipanes que plantaremos, fue otro de esos sueños que trabajo costó crear y realizar. Te quiero pedir perdón, por sentir que estarás ahí para mi, cuando en realidad, eres la niña más fantástica existente, la niña que en mi mundo SÍ vale la pena. Y la que opaca la hasta la sombra de cualquier otra, me encantas, estoy enamorado de ti y me costó mucho trabajo aceptarlo. Me cuesta trabajo mirarte, leer de ti, saber como estás. Sin tener que bajar la cabeza. Sin poder siquiera mandarte un mensaje, preguntándote sobre ti. Espero puedas perdonarme, sé que tardaré en que vuelvas a confiar en mi, lo mismo que un jardín de tulipanes puede tardar en crecer. Pero podemos volver a intentarlo, desde el inicio. Haciendo los dos, lo que tenemos que hacer. Dejar de lado la farsa que nosotros generamos y empezar a convertir esa mala vibra en sonrisas para ambos. En recuerdos. Tu bella sonrisa, tu piel pálida, tu mirada de desconcierto, tus manos suaves y tu cabello que atrapa el deseo de aquellos que caminan en la calle y te observan. Cosas que me enamoran de ti. Tu mente fría, tu criterio objetivo, tu inteligencia infinita y tu corazón dañado. Los recuerdos del "Te quiero" que quiero llegar a decirte; los sueños del: "Sé mi novia" que quiero llegar a cumplir. Perdóname, quiero que veas esto, lo leas, lo pienses. Me gustas, niña. me encantas. No quiero perderte.
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Lía, los hermosos tulipanes que plantaremos, fue otro de esos sueños que trabajo costó crear y realizar. Te quiero pedir perdón, por sentir que estarás ahí para mi, cuando en realidad, eres la niña más fantástica existente, la niña que en mi mundo SÍ vale la pena. Y la que opaca la hasta la sombra de cualquier otra, me encantas, estoy enamorado de ti y me costó mucho trabajo aceptarlo. Me cuesta trabajo mirarte, leer de ti, saber como estás. Sin tener que bajar la cabeza. Sin poder siquiera mandarte un mensaje, preguntándote sobre ti. Espero puedas perdonarme, sé que tardaré en que vuelvas a confiar en mi, lo mismo que un jardín de tulipanes puede tardar en crecer. Pero podemos volver a intentarlo, desde el inicio. Haciendo los dos, lo que tenemos que hacer.
Dejar de lado la farsa que nosotros generamos y empezar a convertir esa mala vibra en sonrisas para ambos. En recuerdos.
Tu bella sonrisa, tu piel pálida, tu mirada de desconcierto, tus manos suaves y tu cabello que atrapa el deseo de aquellos que caminan en la calle y te observan.
Cosas que me enamoran de ti. Tu mente fría, tu criterio objetivo, tu inteligencia infinita y tu corazón dañado. Los recuerdos del "Te quiero" que quiero llegar a decirte; los sueños del: "Sé mi novia" que quiero llegar a cumplir. Perdóname, quiero que veas esto, lo leas, lo pienses. Me gustas, niña. me encantas. No quiero perderte.
-Ernesto Martínez.
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